La evolución del mercado inmobiliario ha dado lugar a una nueva forma de obtener ingresos: el alquiler de viviendas turísticas. Plataformas como Airbnb y Booking.com han facilitado a los propietarios la posibilidad de rentabilizar sus inmuebles a través del alquiler temporal a turistas y viajeros.
Sin embargo, con esta oportunidad de negocio también surgen responsabilidades fiscales que deben ser atendidas adecuadamente.
En este artículo, vamos a explorar detalladamente cómo hacer la declaración de la renta si posees una vivienda de uso turístico, asegurando el cumplimiento de tus obligaciones tributarias de manera correcta y profesional.
¿Qué es una vivienda de uso turístico y qué tipos de alquiler recoge la ley?
Antes de adentrarnos en los detalles fiscales, es importante comprender qué se considera una vivienda de uso turístico y qué tipos de alquiler contempla la ley.
Una vivienda turística es aquella que se cede temporalmente a cambio de un precio. Hasta hace poco, tanto el alquiler de temporada como el de uso turístico se regían por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), pero en la actualidad, esta competencia ha sido transferida a las Comunidades Autónomas (CCAA) de forma específica.
En términos generales, la ley contempla tres tipos de alquileres turísticos, que dependen de los servicios de hospedaje ofrecidos y quien lleva a cabo la gestión:
- Alquiler turístico con servicios de hospedaje.
- Alquiler turístico sin servicios de hospedaje.
- Alquiler con gestión cedida.
Los servicios de hospedaje incluyen la recepción y atención al cliente, limpieza regular, cambio de ropa de cama y baño, servicios de lavandería, entre otros.
Es importante distinguir entre los servicios de hospedaje y otros servicios menos frecuentes, ya que afectan a la tributación y a las obligaciones fiscales.
En cuanto a términos fiscales, la normativa varía según la ubicación de la vivienda, por lo que es crucial conocer la normativa aplicable en tu comunidad.
Tributación en el Impuesto de Actividades Económicas e IVA
Ahora que hemos comprendido los tipos de alquileres turísticos, es importante entender cómo se valoran en términos fiscales.
En primer lugar, debemos considerar el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).
Alquiler turístico con servicios de hospedaje
En este caso, la actividad se clasifica bajo el epígrafe 685 del IAE: Alojamientos Turísticos Extrahoteleros.
Si se ofrecen servicios de hospedaje, como limpieza frecuente o servicios de lavandería, no se puede optar por ninguna exención de IVA, y se debe aplicar un IVA del 10% en las facturas emitidas.
Alquiler turístico sin servicios de hospedaje
En este escenario, la actividad se encuadra bajo el epígrafe 861.1 del IAE: Alquiler de Viviendas.
Este tipo de alquiler está exento de IVA, por lo que no es necesario declararlo ni liquidarlo.
Alquiler con gestión cedida
Este tipo de alquiler se incluye en el epígrafe 861.2 del IAE: Alquiler de Locales Industriales y Otros Alquileres. En este caso, se emite una factura con un IVA del 21%.
Es importante destacar que, según la Ley de Haciendas Locales, si el importe neto es inferior a 1.000.000 €, no se requiere el pago del IAE, aunque se deben cumplir con las obligaciones censales mediante los modelos 036 o 037.
Tributación del Alquiler Turístico en el IRPF
Una vez hemos abordado la tributación en el IAE y el IVA, debemos considerar cómo se declara el alquiler turístico en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Aquí, la tributación varía según el tipo de servicios de hospedaje ofrecidos y quién gestiona la propiedad.
IRPF con servicios de hospedaje
Si la vivienda turística ofrece servicios de hospedaje, los rendimientos obtenidos se declaran en el apartado de rendimientos procedentes de actividades económicas.
Además, si se emplea al menos a una persona con un contrato laboral a jornada completa, también se incluyen en este apartado.
IRPF sin servicios de hospedaje
Cuando la vivienda turística no ofrece servicios de hospedaje, excepto limpiezas a la entrada y salida, los ingresos se consideran rendimientos del capital inmobiliario.
Los gastos deducibles deben restarse de los ingresos íntegros para calcular el rendimiento neto.
IRPF con entidad gestora
En el caso de que la gestión de la vivienda sea cedida a una tercera persona o agencia, los ingresos se declaran como rendimientos de capital inmobiliario. Los gastos deducibles se calculan de la misma manera que en el caso anterior.
Es importante tener en cuenta que no se pueden aplicar reducciones del 60% en la declaración de la renta, ya que el alquiler de vivienda turística se considera temporal y no permanente.
¿Cuáles son los riesgos de no declarar los ingresos de tu alquiler vacacional?
El auge del sector del alquiler vacacional en los últimos años ha sido innegable, pero este crecimiento también ha traído consigo un mayor escrutinio por parte de las autoridades fiscales. La economía sumergida en este ámbito ha generado preocupaciones sobre la evasión fiscal y la falta de cumplimiento tributario. Los propietarios de alquileres vacacionales deben ser conscientes de los riesgos que implica no declarar sus ingresos.
Hacienda ha intensificado sus esfuerzos para regularizar las actividades de alquiler vacacional. Una de las medidas más destacadas ha sido la obligación impuesta a plataformas como Airbnb, Booking.com y Vrbo de informar sobre las propiedades anunciadas en sus sitios web y los ingresos derivados de estos arrendamientos. Esta información se proporciona a través del modelo 179, lo que facilita a Hacienda detectar los alquileres no declarados.
La falta de declaración de ingresos del alquiler vacacional puede acarrear sanciones y multas por parte de Hacienda. Estas multas pueden variar según la gravedad de la infracción y la cantidad de ingresos no declarados, oscilando entre el 50% y el 150% de la cantidad no declarada. Además, las consecuencias pueden ser aún mayores dependiendo de la Comunidad Autónoma en la que se encuentre la propiedad.
Operar un alquiler vacacional sin declarar los ingresos puede conllevar riesgos legales y jurídicos adicionales. Además de las multas y sanciones fiscales, los propietarios pueden enfrentarse a acciones legales por evasión fiscal y fraude.
Es fundamental que los propietarios comprendan estos riesgos y cumplan con sus obligaciones tributarias para evitar problemas legales y financieros a largo plazo.
Si no hemos resuelto todavía tus dudas, en Trilus podemos ayudarte con tu declaración de la renta.
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